Los primeros sellos
postales españoles fueron emitidos el 1 de enero de 1850 por Correos de España y
reproducían la efigie de la reina Isabel II; se trata de cinco sellos con
diferentes valores faciales: 6 cuartos de real en color negro, 12 cuartos en
color lila, 5 reales en color rojo, 6 reales en color azul y 10 reales en color
verde. La efigie de la reina se convierte así en la imagen de la serie básica
de Correos en aquella época, y es el único motivo usado en los tres primeros
años. En total son 80 sellos, emitidos entre 1850 y 1868, los que presentan su
imagen.
El 1 de enero de 1850 vió
la luz el primer sello español, el 6 cuartos negro. Fue impreso por el sistema
litográfico y su tirada superó los seis millones de ejemplares. La
justificación postal era la de franquear una carta dirigida a cualquier destino
nacional con un peso máximo de 1/2 onza, equivalente a 7,12 grs.; hay que
destacar que hasta la fecha el sistema postal español se regía por sus propias
normas y estaba ordenado por diferentes regiones postales, las cuales dejaron
infinidad de marcas en la correspondencia que han hecho la delicia de
innumerables coleccionistas.